Pon una Tarta de Queso de la Viña y todos tus problemas desaparecerán por lo menos hasta que acabes de saborear una buena porción de ésta delicia.
Son muchos los días que una se levanta pensando que malas noticias nos deparará el día, es poner un pie fuera de la cama y todo son desastres, problemas... y encima subo la persiana y veo de nuevo la nieve, hace un frío del carajo y el sol brilla por su ausencia, no os voy a mentir si os digo que me falta en muchas ocasiones el canto de un duro para darme media vuelta, bajar la persiana y meterme de nuevo bajo las sábanas. Pero como eso es misión imposible, no queda otra que armarse de paciencia, respirar muy hondo y pensar que quizá una porción de una rica tarta de queso quizá no arregle nada pero menudo momento de placer tan grande tendré. Por eso siempre tengo en mi nevera queso cremoso por si me entra el gran antojo prepararme una buena tarta. Luego me quejaré de los michelines, pero ya que más da, tampoco me va a ver nadie jajaja, ni el cartero, el hombre deja las cosas en la puerta, llama al timbre y desaparece para no tener contacto alguno. Así que hacerme caso, comprar todos los ingredientes que os indico a continuación, mezclar, hornear, dejarla templar y luego a la nevera toda una noche y os puedo asegurar que tocaréis el cielo! Eso siempre y cuando os guste el queso claro, y mirar lo que os digo, si no os gusta demasiado, probarla porque yo creo que vuestro gusto cambiará al primer mordisco. Una buena mermelada casera, unos frutos rojos o con Lemon Curd y os digo que no hace falta que preparéis nada más en todo el día, yo me alimentaría sólo de Tarta de Queso. No voy a enrollarme más porque tengo la necesidad imperiosa de acabar de escribir la entrada y liarme a preparar una ahora mismo!!!
INGREDIENTES
1kg queso cremoso ( estilo philadelphia)
7 huevos
1,5 cucharada colmada de harina
400g azúcar
1/2l de nata líquida
Ralladura de 1 limón y extracto de vainilla al gusto ( aportación personal)
ELABORACIÓN
1. Precalentar el horno a 200°C sin ventilador
En un bol grande ir batiendo el queso crema que debe estar a temperatura ambiente con la ayuda de unas varillas ( manuales o eléctricas o con un robot amasador) hasta que no tenga grumos e intentando no introducir demasiado aire en el batido. Cuando tengamos el queso con una textura cremosa y homogénea unir el azúcar, el extracto de vainilla, la ralladura de limón y batir hasta integrar. Incorporar uno a uno los huevos, cuando esté integrado, incorporar el siguiente. Tamizar la harina y mezclarla bien. Añadir la nata y mezclarla bien hasta obtener una crema homogénea y sin grumos.
2. En un molde redondo de 23cm cubrir con una generosa cantidad de papel de horno previamente humedecido con agua y arrugado con las manos, acomodar sobre el molde dejando que sobre por los lados. Verter la masa y hornear en la parte media durante 40 minutos si os gusta que quede con una textura líquida o 50 minutos si os gusta más compacta. Después de unos 30 minutos suele dorarse en exceso, cubrir con papel de aluminio ( en mi caso me gusta que quede bien dorada). Una vez horneada dejar templar dentro del horno con la puerta semi abierta durante unas 4 horas. Después cubrir con papel film y a la nevera toda la noche.
Es una tarta de las sencillas, mezclar todos los ingredientes que deben estar a temperatura ambiente, al molde y al horno, luego huele toda la casa a gloria bendita. Qué os aproveche!