No hay mejor forma de entrar en Septiembre que con una receta de esas de toda la vida que nos recuerde que las calabazas están ya en los mercados, hoy cocinamos Cortaditos de Cidra.

Es el dulce preferido de mi querido amorcito, debido a la dichosa pandemia que nos tiene aquí atrapados vete tú a saber hasta cuando, no me ha quedado otra que buscarme la vida y prepararle su postre. Siempre que bajamos a casa lo primero que hacemos es ir al mercado, comprar pescado y marisco hasta acabar con todas las existencias, luego yo pillo una buena ensaimada y horchata fresca y mi marido cortaditos de cidra, es como una tradición, saborear nada más llegar todo aquello que no tenemos en Heidilandia. Aunque tengo que decir que en nuestras últimas visitas ha sido misión imposible encontrarlos, hemos ido a diferentes supermercados, grandes y pequeños y ninguna señal de ellos. He tenido a toda la familia buscando por todas partes y nada de nada. Así que no me quedó otra que sorprenderlo haciéndolos yo misma. Tengo un libro de dulces de convento que me regalaron hace siglos, y mira tú que allí la tenía. He buscado por la red y debo decir que la receta es perfecta porque he visto los mismos ingredientes y el modo de elaboración, así que imposible que saliera mal. 

Yo creo que el secreto de esta receta es la calidad del cabello de ángel, si no es bueno será difícil que salgan deliciosos. Aprovechando que en las granjas ya están llenas hasta la bandera de calabazas, nada cómo hacer acopio de la variedad correspondiente para liarme de nuevo en la cocina y preparar cabello para el resto del año. Yo le doy una salida increíble, ya sea para rellenar ensaimadas, para hacer estos cortaditos o simplemente para untarlo sobre pan dulce recién hecho es que está para montarle un pisito sólo para él. Por si no lo habéis hecho nunca os dejo el enlace, hacer click aquí y veréis lo fácil que es preparar vuestro cabello de ángel.

Otro de los secretos de la receta es el uso de la manteca de cerdo y el vino, cómo resultado de esta combinación nos da una masa crujiente, hojaldrada, sabrosa y deliciosa, el único inconveniente que le veo yo a esta receta es la de calorías que tiene, pero vamos, que si después de tomarlos nos vamos a dar una vuelta a paso ligero en cuanto lleguemos a casa el cortadito lo tenemos en los pies, palabrita de Elvirita.

Si tienes todos los ingredientes y un ratito te aconsejo que te laves bien las manos, uses tu mejor delantal, enciendas el horno y te pongas manos a la obra para preparar esta delicia. 

INGREDIENTES

* 500g harina blanca

* 100g azúcar glass

* 125ml vino blanco

* 250g manteca de cerdo

* 400g cabello de ángel

* canela en polvo y ralladura de un limón

* extra de azúcar glass

ELABORACIÓN

1. En un bol amplio mezclar la manteca de cerdo que debe estar a temperatura ambiente junto con el azúcar glas, puedes hacerlo con una batidora eléctrica hasta obtener una masa esponjosa. Incorporar el vino e integrarlo muy bien, unir entonces la harina tamizada, amasar con la ayuda de una cuchara de madera, volcar sobre la superficie de trabajo y seguir amasando hasta obtener una masa lisa y homogénea. Dividir la masa en dos partes iguales, y con la ayuda de un rodillo estirar cada una de las dos mitades formando un rectángulo de igual tamaño al molde que vayamos a utilizar dejándola de un grosor de 5mm.

2. Mezclar el cabello de ángel con una cucharadita de canela molida y la ralladura de un limón. Reservar. Pre calentar el horno a 180°C.

Colocar en la base del molde ( debe ser algo profundo, una bandeja apta para el horno, yo he usado una de pastel rectangular) un papel de horno, acomodar la primera de las mitades de masa ya estiradas, encima todo el relleno de cabello de ángel, y para terminar la otra mitad de masa tapando bien todo el relleno y aplastando un poco con las manos para que quede bien adherida al cabello de ángel.

Hornear durante 40- 45 minutos, una vez dorado, retirar del horno y dejar enfriar completamente. Retirar del molde de cake, espolvorear con azúcar glass y con un cuchillo cortar los bordes si no han quedado muy bonitos ( en mi caso no lo he hecho) y cortar porciones de igual tamaño. 

Es una receta sencilla, con ingredientes que podemos encontrar con facilidad y que al morder os transportará al séptimo cielo. Qué os aproveche!