Con todas las fresas que tengo en casa no me ha quedado otra que preparar unas cuantas recetas, entre ellas éste delicioso Bizcocho de fresas con un topping de labneh.
Seguro que os habéis preguntado que es el labneh pues ya estoy yo aquí para explicaros en qué consiste. Es un yogurt colado, tiene una consistencia pastosa y es una mezcla entre queso y yogurt muy usado en la cocina de oriente. A mí me encanta la textura que tiene, endulzado con azúcar va de maravilla para usarlo sobre un pastel o simplemente para tomarlo con fruta y sus jugos.
Es muy sencillo de hacer, simplemente coger un buen yogurt griego, colocarlo sobre una gasa bien tupida o una tela de algodón, formar un atillo y colgarlo en la nevera con un gancho y un recipiente en su base sin llegar a tocarlo para recoger todo ese líquido que se va filtrando durante 36-48 horas (otra opción es colocarlo sobre un colador con un plato en la base), dejarlo más o menos horas dependiendo de la consistencia que queráis conseguir, de esa manera obtendremos esa especie de queso libre de cualquier suero. Una vez hecho podéis ir haciendo bolitas de queso y pasarlo por comino u otras hierbas secas y conservarlas en un bote lleno de aceite. En mi caso lo he hecho para tomarlo en plan dulce. Una vez hecho conservarlo en la nevera.
El bizcocho de hoy lo vi en el programa de Enrique Sánchez Cómetelo, siempre da buenísimas recetas y sencillas de realizar. En el caso de la de hoy utilizó cerezas, pero cómo lo que tenía a mano eran fresas pues un ligero cambio de última hora y listo. Es un bizcocho suave, ligero, jugoso... es perfecto para desayunar, merendar o picar entre horas. Si lo acompañas del labneh y de unas fresas marinadas con azúcar y vinagre balsámico transformas un simple bizcocho en un alucinante postre para servir después de una buena comida con la familia y amigos. Poner un buen traje a cualquier receta la transforma en perfecta a sublime.
Nos ponemos a hornear? Pues venga, manos limpias, ingredientes pesados, horno precalentando, molde listo y a cocinar!.
INGREDIENTES
* 300g fresas frescas
* 90g mantequilla
* 100g azúcar
* pizca de sal
* 3 huevos
* 2 yogures griegos naturales
* 200g harina
* 1 sobre de levadura química
* 1 cucharadita de extracto de vainilla
* 200g labneh casero
* 300g fresas + un toque de vinagre balsámico + 3 cucharadas de azúcar
ELABORACIÓN
1. Lavar y retirar el pedúnculo a las fresas, trocear y reservar.
2. Pre calentar el horno a 180°C y encamisar el molde, reservar.
Mezclar con las barillas del pimer la mantequilla en pomada con el azúcar hasta blanquear. Unir uno a uno los tres huevos, incorporar los yogures y el extracto de vainilla. Agregar la harina, sal y la levadura tamizada e integrar con suavidad. Unir las fresas troceadas previamente e integrarlas a la masa. Volcar sobre el molde previamente encamisado y llevar al horno durante 40- 45 minutos. Transcurrido el tiempo pinchar un palo de brocheta en el centro, si sale limpia tenemos el bizcocho perfectamente horneado. Si por el contrario sale con restos de masa dejarlo hornear 10 minutos más.
3. Lavar y retirar el pedúnculo de las otras fresas, trocear, rociar al gusto con un buen vinagre balsámico y el azúcar, mezclar bien y dejar reposar. Repartir el labneh o queso fresco mezclado con azúcar al gusto de cada uno y encima colocar las fresas marinadas y su jugo.
Una receta sencilla para saborear las fresas, qué os aproveche!!