Si has visitado alguna vez mi blog sabrás que soy muy panarra, siempre que puedo publico una receta de pan, me fascina que con tan solo unos cuantos ingredientes pueda salir una maravilla tan deliciosa como este Pan de Cerveza suizo.
El olor que desprende ya fermentando es alucinante, pero a la que empieza a hornearse es cuando abro las ventanas de toda la casa para que llegue a los vecinos y se piensen que la panadería ha cambiado de sitio. Eso me pasó una vez, era muy tarde cuando metí un brioche en el horno, ya sabéis la de horas que requiere para que fermente, el caso es que mi vecina tenía visita y al salir a despedirlos todos percibieron el olorcito que salía de mi cocina y pensaron que era la panadera del pueblo que estaba horneando material para vender el próximo día, jajaja hasta que vieron que el olor venía de mi casa! Al día siguiente vino a pedirme azúcar y de paso pillar un trozo de brioche. Pues lo mismo pasó cuando preparé este pan, normalmente doblo las cantidades para hacer dos hogazas porque sé perfectamente lo que pasa, no dura ni un día.
Cosas a tener en cuenta a la hora de preparar este pan, no hacerlo con el tiempo justo, si es así dejar esta receta para cuando tengáis tiempo para organizaros. Tenéis que preparar un pre fermento que requiere estar en la nevera mínimo de 24 horas para generar esos deliciosos aromas tan característicos del buen pan. Podéis dejarlo hasta tres días al frío, cuanto más tiempo, más aromático y más cualidades tendrá vuestro futuro pan.
Utilicé una buena cerveza, una típica Suiza de la zona de Appenzell. En este pueblo delante del párquing está la fábrica de esta cerveza y bien merece una visita y una cata de todas las variedades que tienen. Son deliciosas y le dan un carácter bien especial a éste pan. Por supuesto podéis utilizar aquella que os guste más.
Creo que el secreto de este pan es la cobertura de cerveza que hace que luego tengamos una corteza crujiente, no es el primer pan en la que la utilizo y es la guinda del pastel a un pan 10!.
Y mi último consejo es que uséis aquellas harinas que más os gusten, combinarlas y os quedará un pan exquisito. Hoy os pongo con harina de espelta, pero con harina de centeno está espectacular, e incluso introducir aceitunas, bacon crujiente, nueces picadas... lo que queráis.
Con esta receta participo en el recopilatorio de recetas suizas #swissfooddiscovery, si queréis conocer más recetas de mi país de acogida sólo tenéis que escribir este enlace en instagram y os aparecerán todas.
Llegó el momento de ponernos manos a la obra, toca preparar el pre fermento o masa vieja, que es de lo más sencillo que hay en el mundo.
INGREDIENTES
Masa Vieja
* 100g harina de fuerza
* 80g agua templada
* una pizca de sal
* 3 g de levadura fresca
Masa de pan
* masa vieja preparada anteriormente
* 350g harina de fuerza
* 150g harina de espelta
* 250ml cerveza Appenzell
* 80ml agua templada
* 1 cucharadita de sal
* 10g levadura fresca de panadero
* 1 cucharada de extracto de malta ( en su defecto 1 cucharada de miel)
Baño o cobertura de cerveza
* 100g harina de centeno
* 100g cerveza Appenzell
* 3g levadura fresca de panadero
ELABORACIÓN
1. Preparar la masa vieja - En un tupper con cierre hermético , mezclar con la ayuda de una cuchara la levadura con el agua templada, introducir la harina tamizada y la sal. Mezclar bien, tapar y dejar reposar mínimo 24 horas en la nevera y como máximo 3 días.
2. En un bol grande, mezclar el agua con la levadura fresca, deshacer bien, unir la cerveza, el extracto de malta o miel, la masa vieja , la harina tamizada y la sal. Mezclar bien primero con una cuchara de madera y luego volcar sobre la superficie de trabajo, amasar al estilo bertinet ( consiste en ir cogiendo la masa, doblándola sobre si misma, levantarla golpearla contra la mesa, recogerla de nuevo, doblarla sobre si misma y así durante varios minutos, se va introduciendo aire en el interior de la masa sin unir más harina y evitar que se nos forme un mazacote de pan) durante 10 minutos hasta conseguir una masa lisa y elástica. Formar una bola, introducirla sobre el bol limpio y untado con aceite de oliva, tapar y dejar en un lugar sin corrientes de aire y templado hasta que doble su volumen. En este punto podéis introducir la masa en la nevera para una lenta fermentación hasta el día siguiente. En mi caso ha necesitado casi dos horas hasta conseguir el doble de tamaño.
3. Preparar el baño de cerveza mezclando todos los ingredientes, tapar y dejar levar durante una hora.
4. Volcar la masa sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada, ir recogiendo la masa en la base formando una bola para crear tensión y que luego al fermentar no se nos desparrame la masa. Colocar la hogaza de pan sobre papel de horno y pintarlo con la cobertura de cerveza. Tamizar con harina cubriendo esa cobertura de cerveza. Introducir la hogaza dentro del horno apagado para que fermente. En mi caso ha tardado una hora y cuarto. Retirar la hogaza del horno, colocar una piedra en el caso de tenerla, encender el horno a 250°C, cuando llegue a la temperatura dejar sólo calor en la parte baja del horno, colocar en la base una bandeja apta para el horno y llenarla con un vaso de agua ( cuidado que sale mucho vapor, no os queméis ), e introducir el pan con el papel de horno y colocarlo sobre la piedra ya caliente en la parte media - baja. Bajar la temperatura a 220°C y cocinar 20 minutos, transcurrido el tiempo, retirar la bandeja con el agua, cambiar a calor arriba y abajo y dejar 20- 25 minutos más.
Con embutido, quesos, para mojar en una buena salsa, con chocolate, mantequilla y mermelada e incluso sin nada es delicioso. Si lo hacéis me contáis. Qué os aproveche !!!