Cualquier excusa es buena para meterse en la cocina y preparar un Afternoon Tea Party para los amigos o la familia. Recordando mis años en Inglaterra acudía una y otra vez a mi memoria las deliciosas tardes en Harrods o en cualquier castillo tomando el té de las cinco saboreando manjares deliciosos. La música que envolvía el ambiente, la decoración, el servicio exquisito, las delicadas tazas, la variedad y diferentes tipos de té, los acompañamientos salados tan especiales, los dulces, el champagne...mhmmmmm eso es vida y lo demás tonterías. Bueno, venga, vale, la sobremesa de los domingos con unos buenos churros con chocolate no están nada mal, peeeerooooo donde se ponga la elegancia británica que se quite lo demás. Creo que lo mejor es la combinación de ambos mundos, de vez en cuando mancharse hasta los codos rechupeteando unos buenos chuchos de crema esta genial y otros ponerse la mar de finolis con dedo meñique levantado y servilletas de lino con el toque de un buen sombrero de Ascot puede ser lo más de lo más.
Hoy tenía ganas de estilo, así que si queréis a partir de ésta entrada y otras muchas más os voy a dar una clase magistral de cómo preparar un auténtico y especial Afternoon tea al estilo Downton Abbey.
Vamos a empezar por el principio de los tiempos....bueno, no tan al principio que no vamos a llegar nunca. Qué debemos servir en un afternoon tea? Pues fácil, unos sandwiches salados, scones con su crema batida y diferentes mermeladas, dulces, pasteles, galletas.... la clave es la Variedad!. Un poco de todo y un mucho de todo. Lo mejor es conocer a vuestros invitados, si son más amantes del chocolate o del toque a frutas podréis elegir una u otra receta. La clave es variar para que todos encuentren productos que sean de su agrado.
Después de todo el tiempo que pasaréis en la cocina preparando delicatessen nada como presentarlo como bien se merece. Para ello debéis disponer de diferentes props para que todo luzca a las mil maravillas y que de hasta pena comerlo por no desmontar la presentación jajaja.
Yo os aconsejo un par de cake stands, si no tenéis y pasáis de comprarlos nada más fácil que un par de platos bonitos y un bol dado la vuelta. La colocáis encima y si os queréis asegurar la jugada un poco de pegamento especial loza y tendréis unos cake stands personalizados y preciosos.
No vendrían nada mal unos platos a diferentes alturas para colocar en cada piso diferentes productos. Normalmente en el piso más bajo se colocan los sandwiches, en el centro los famosos scones y en el último petit fours o lo que viene siendo lo mismo, pasteles en miniatura.
Para tomar el té nada como unas bonitas tazas. Yo os aconsejo que no sean todas iguales, motivos similares pero pueden ser perfectamente diferentes. Eso le dará carácter a la mesa y variedad, que os recuerdo que ese es el lema de la fiesta. Y sin olvidar que si las tazas son diferentes no habrá confusión para vuestros invitados.
Unas bonitas servilletas, muchas flores distribuidas en diferentes jarrones, detalles de decoración y a centrarnos en lo más importante....los diferentes tipos de té!. Eso se merece un capítulo aparte, así que en otra entrada hablaremos largo y tendido sobre que té podremos servir.
Y qué pasa si a nuestros invitados no les gusta el té? Pues nada de nada, se prepara un buen café y problema resuelto. A mí me gusta, y siempre que el tiempo acompañe, preparar té frío para quién prefiera tomar algo fresquito.
Hoy voy a empezar la casa por la ventana, nada de sandwiches ni scones, me voy al último piso de los integrantes de la fiesta. Un afternoon tea no es nada sin el omnipresente Victoria Sponge Cake. Os confieso que es lo que más me gusta. Un buen bizcocho, una mermelada deliciosa ( si es casera mejor ) y una dulce nata montada hacen de este simple pastel en una delicia. Es la elegancia de la sencillez, mira tú qué bonito me ha quedado jajaja. Pero es verdad, si lo miráis bien no tiene nada de sofisticado, pero lo ves en la mesa y los ojos se van hacia él sin remedio.
Creo que para ser la primera entrada dedicada a la Tea Party como que ya vale no?. Si queréis otras recetas no os perdáis los blogs de las otras integrantes de las cookings : Rosa, Lourdes, Ly y MJose.
Vamos a centrarnos y a preparar la joya de la corona. Delantal puesto, manos limpias, ingredientes preparados, horno encendido y a cocinar!
INGREDIENTES
* 4 huevos grandes
* 225g azúcar
* 225g harina blanca
* 2 cucharaditas de levadura química
* una pizca de sal
* 225g mantequilla
* 1 cucharadita extracto de vainilla
* ralladura de 1 limón
* mermelada de frambuesas
* nata montada
* azúcar glass
ELABORACIÓN
1. Pre-calentar el horno a 180°C
2. Encamisar dos moldes de 20cm y cubrir la base con papel de horno. Reservar.
3. En un bol grande batir los huevos que deben de estar a temperatura ambiente junto con el azúcar y la ralladura de limón hasta espumar. Incorporar el extracto de vainilla, la mantequilla en pomada, la harina previamente tamizada junto con la levadura y una pizca de sal. Mezclar bien con unas barillas sin batir en exceso. Cuando obtengamos una mezcla homogénea y sin grumos la tendremos lista.
4. Dividir la mezcla entre los dos moldes, extenderla bien con la ayuda de una espátula, golpear los moldes para extraer cualquier burbuja del aire del interior e introducirlos en el horno. Hornear durante 25 minutos. Introducir un palillo en el centro si sale limpio los bizcochos están perfectos. Si por el contrario el palillo sale sucio, continuar la cocción 10 minutos más. Dejar enfriar 10 minutos en el molde, transcurrido el tiempo, retirarlos del envase y dejar enfriar completamente sobre una rejilla. Reservar.
5. Para montar el pastel, tomar uno de los bizcochos, cubrir generosamente con la mermelada y encima la nata bien montada. Cubrir con el segundo bizcocho dándole la vuelta para que nos quede una superficie perfecta. Espolvorear con azúcar glass. Mantener en el frigorífico hasta el momento de servir.
Una receta sencilla, de las de toda la vida, con ingredientes fáciles de encontrar y que nos dan un resultado espectacular. Os gustan mis fotos del jardín? A mi un montón aunque quede fatal que lo diga, la mesa se me quedó pequeña, porque faltan un montón de elementos en ella. Si queréis saber que preparé os emplazo a dentro de unos días aquí mismo, en mi cocina virtual. Qué os aproveche!!!
Después de todo el tiempo que pasaréis en la cocina preparando delicatessen nada como presentarlo como bien se merece. Para ello debéis disponer de diferentes props para que todo luzca a las mil maravillas y que de hasta pena comerlo por no desmontar la presentación jajaja.
Yo os aconsejo un par de cake stands, si no tenéis y pasáis de comprarlos nada más fácil que un par de platos bonitos y un bol dado la vuelta. La colocáis encima y si os queréis asegurar la jugada un poco de pegamento especial loza y tendréis unos cake stands personalizados y preciosos.
No vendrían nada mal unos platos a diferentes alturas para colocar en cada piso diferentes productos. Normalmente en el piso más bajo se colocan los sandwiches, en el centro los famosos scones y en el último petit fours o lo que viene siendo lo mismo, pasteles en miniatura.
Para tomar el té nada como unas bonitas tazas. Yo os aconsejo que no sean todas iguales, motivos similares pero pueden ser perfectamente diferentes. Eso le dará carácter a la mesa y variedad, que os recuerdo que ese es el lema de la fiesta. Y sin olvidar que si las tazas son diferentes no habrá confusión para vuestros invitados.
Unas bonitas servilletas, muchas flores distribuidas en diferentes jarrones, detalles de decoración y a centrarnos en lo más importante....los diferentes tipos de té!. Eso se merece un capítulo aparte, así que en otra entrada hablaremos largo y tendido sobre que té podremos servir.
Y qué pasa si a nuestros invitados no les gusta el té? Pues nada de nada, se prepara un buen café y problema resuelto. A mí me gusta, y siempre que el tiempo acompañe, preparar té frío para quién prefiera tomar algo fresquito.
Hoy voy a empezar la casa por la ventana, nada de sandwiches ni scones, me voy al último piso de los integrantes de la fiesta. Un afternoon tea no es nada sin el omnipresente Victoria Sponge Cake. Os confieso que es lo que más me gusta. Un buen bizcocho, una mermelada deliciosa ( si es casera mejor ) y una dulce nata montada hacen de este simple pastel en una delicia. Es la elegancia de la sencillez, mira tú qué bonito me ha quedado jajaja. Pero es verdad, si lo miráis bien no tiene nada de sofisticado, pero lo ves en la mesa y los ojos se van hacia él sin remedio.
Creo que para ser la primera entrada dedicada a la Tea Party como que ya vale no?. Si queréis otras recetas no os perdáis los blogs de las otras integrantes de las cookings : Rosa, Lourdes, Ly y MJose.
Vamos a centrarnos y a preparar la joya de la corona. Delantal puesto, manos limpias, ingredientes preparados, horno encendido y a cocinar!
INGREDIENTES
* 4 huevos grandes
* 225g azúcar
* 225g harina blanca
* 2 cucharaditas de levadura química
* una pizca de sal
* 225g mantequilla
* 1 cucharadita extracto de vainilla
* ralladura de 1 limón
* mermelada de frambuesas
* nata montada
* azúcar glass
ELABORACIÓN
1. Pre-calentar el horno a 180°C
2. Encamisar dos moldes de 20cm y cubrir la base con papel de horno. Reservar.
3. En un bol grande batir los huevos que deben de estar a temperatura ambiente junto con el azúcar y la ralladura de limón hasta espumar. Incorporar el extracto de vainilla, la mantequilla en pomada, la harina previamente tamizada junto con la levadura y una pizca de sal. Mezclar bien con unas barillas sin batir en exceso. Cuando obtengamos una mezcla homogénea y sin grumos la tendremos lista.
4. Dividir la mezcla entre los dos moldes, extenderla bien con la ayuda de una espátula, golpear los moldes para extraer cualquier burbuja del aire del interior e introducirlos en el horno. Hornear durante 25 minutos. Introducir un palillo en el centro si sale limpio los bizcochos están perfectos. Si por el contrario el palillo sale sucio, continuar la cocción 10 minutos más. Dejar enfriar 10 minutos en el molde, transcurrido el tiempo, retirarlos del envase y dejar enfriar completamente sobre una rejilla. Reservar.
5. Para montar el pastel, tomar uno de los bizcochos, cubrir generosamente con la mermelada y encima la nata bien montada. Cubrir con el segundo bizcocho dándole la vuelta para que nos quede una superficie perfecta. Espolvorear con azúcar glass. Mantener en el frigorífico hasta el momento de servir.
Una receta sencilla, de las de toda la vida, con ingredientes fáciles de encontrar y que nos dan un resultado espectacular. Os gustan mis fotos del jardín? A mi un montón aunque quede fatal que lo diga, la mesa se me quedó pequeña, porque faltan un montón de elementos en ella. Si queréis saber que preparé os emplazo a dentro de unos días aquí mismo, en mi cocina virtual. Qué os aproveche!!!