Hoy nos hemos levantado con 5 grados. Con el paso de las horas la cosa ha mejorado un poco, pero por el dichoso viento y unas cuantas nubes de esas pesadas que ya huelen a la legua que vienen cargadas de lluvia, la temperatura no ha subido más allá de los 13°C. La cosa pinta que a partir de ya se acabaron las tardes al sol en el jardín, habrá que acostumbrarse a verse con ese encantador y tan favorecedor tono verde-blanco nuclear tan majo que combina tan bien con la ropa, las ojeras permanentes, los quilos de ropa que te hacen sentir tan ligera verdad?...ains suerte que aún me queda pensar que los mercados de otoño están a la vuelta de la esquina y con ellos los dulces típicos de ésta época...me muero por los beignets de manzana con salsa de vainilla bien caliente mhmmmmm, si es que se me hace la boca agua sólo de pensarlo. Práctico lo que se dice práctico no es demasiado, comerlos de pie pringándote hasta el codo, regalimando la salsa por el pelo al morderlos y toda la cara llena de azúcar como que muy glamuroso no queda pero es que está tan bueno y calienta las manos que me da igual, además que todo el mundo a mi alrededor está igual con la misma estampa así que no hay nada mejor que aprovechar la ocasión para pasarnos en armonía servilletas, limpiarle al vecino el abrigo para evitar que cuando pase por tu lado te pringue a ti,...haciendo amigos jajajaja. Si es que el frío une a la gente, porque claro, después del dulce y para bajarlo nada mejor que un poco de vino caliente especiado para rematar y afrontar las paradas del mercado bien entonados, yo siempre aprovecho que el marido está despistado para descubrir justo lo que llevaba tanto tiempo buscando y que es vital que me compre jajajaja.
Estamos en plena temporada de calabazas y remolachas. Las de mi jardín están hermosísimas y con ellas he aprovechado para preparar ésta deliciosa crema. En ésta ocasión la he preparado de diferente manera, las he asado en el horno junto con los ajos y la cebolla para obtener un sabor más intenso y suave a la vez. Aprendí a hacerlas así en una visita que hice a Baviera. El chef del hotel en el que estuvimos me mostró como hacia él las cremas y todas pasaban por el horno antes. Zanahorias, los tomates, la calabaza... les da un aroma y un sabor imposible de conseguir sólo pochando las verduras en la olla antes de cocerlas. Probarlas y me contáis.
Otra cosa que me apasiona de la remolacha es el color tan bonito que se obtiene. Mi hija dice que es como una joya, que es tan bonita que le da pena comérsela jajajaja, no sabe nada!! Suerte que luego le chifla y se la come sin rechistar. Es una crema perfecta para éstos días en los que ya se nota que el otoño ha llegado y parece que no se va a mover durante un buen tiempo. Nos ponemos a cocinar?
INGREDIENTES
* 4 remolachas frescas grandes
* 2 cebollas rojas
* 2 dientes de ajo
* 1 puerros
* 1 manzana
* 3 zanahorias
* caldo de verduras
* 2 hojas de laurel
* ramas de tomillo
* sal y pimienta recién molida
* 250ml leche evaporada
* almendras fileteadas
* hierbas aromáticas frescas
ELABORACIÓN
1. Lavar bien las remolachas, envolver cada una de ellas en papel de aluminio junto con media hoja de laurel, una ramita de tomillo fresco, un chorrito de aceite de oliva virgen sal y pimienta. Hacer lo mismo con las cebollas y los ajos. Hornear a 190°C durante 45-50 minutos hasta ablandar. Reservar,
2. En una olla, rehogar el puerro limpio y bien picado , unir la manzana troceada y las zanahorias previamente peladas y picadas. Una vez rehogadas unir las cebollas, los ajos y las remolachas peladas y troceadas. Rehogar ligeramente. Unir el caldo de verduras hasta cubrir, sazonar al gusto y dejar cocer durante 20 minutos.Unir la leche evaporada y triturar. Devolverla de nuevo al fuego para levantar el hervor para evitar que pueda fermentar posteriormente.
3. Servir con almendras fileteadas tostadas y hierbas frescas.
Son de esas recetas que apetece tomar cerca de la ventana, escuchando el viento filtrándose por los marcos y mirando como las hojas cubren el jardín. Que os aproveche!!