Una de las cosas que más me gustan de vivir fuera es la cantidad de productos que se descubren. Es una maravilla ir a los mercados y ver todas esas frutas o verduras tan diferentes a las que uno está acostumbrado, imaginar todas las opciones y el juego que nos pueden dar en la cocina, descubrir nuevas recetas ( y si son explicadas por la misma señora que nos está vendiendo el producto mejor que mejor), es una gozada ampliar nuestros conocimientos culinarios y estar abiertos a probar nuevos productos. Eso es lo que me pasó con el Bärlauch. Vivo en un pueblo con un gran bosque a la vuelta de la esquina, y era curioso ver en ésta época del año  a un montón de gente bajar de allí con bolsas llenas de hierbas que no me parecían más que hierbas silvestres, la verdad es que me quedé más de una y de dos veces con las ganas de preguntar que era eso que llevaban allí,  eran quizás para las gallinas? jajaja, hasta que en clases de alemán la profesora nos trajo este ajo silvestre para explicarnos sus características. Es muy normal en estos meses encontrar revistas llenas de recetas para utilizar este bärlauch. Así que desde que se de que va, cada año me voy con mi amiga al bosque cargada de bolsas para llenarlas de esta deliciosa hierba. Hay que ir con alguien experto, porque se puede confundir con otro tipo de hierba, muy similar y que es tóxica!! Os acordáis de la peli de Aterriza como puedas cuando los pasajeros empiezan a enfermar por culpa del pescado del menú y la azafata va contando los síntomas y el piloto va manifestándolos todos? jajajajaja pues eso es lo que me pasó a mí!! Yo no acabé tan mal como el piloto de la peli, pero el nivel de sugestión fue tal que por poco no sufro una angina de pecho jajajaja. Después de pasar la mañana recogiendo ajo silvestre, riéndonos sin parar, llegué a casa y me dispuse a limpiar, blanquear ( por eso de que en el bosque vete tú a saber que zorro se hubiera sentado cerca...) y comenzar a preparar recetillas. Hice pesto ( una parte lo congelé), mantequilla, pasta casera y dejé una parte para hacer esta sopa. Nos la comimos, disfrutamos como enanos y ya cuando estaba sentada mirando otras preparaciones para aprovechar todo lo que había cogido, llegué a un curioso artículo de un periódico alemán, donde explicaba una grave intoxicación con muertos y todo  por culpa de la confusión a la hora de recoger el ajo silvestre en el bosque. Me entró un sudor frío impresionante, notaba como me quemaba el cuello, la garganta, el esófago, empecé a sudar como un pollo, y de reojo iba mirando a mi marido por si sufría lo mismo que yo, pero él estaba  tan pancho jajajaja. A medida que iba leyendo, notaba que sufría todos los síntomas jajajaja, pero naaaadaaa, todo puro invento de mi  imaginación!! A mí no me pasó nada, pero porque iba con alguien que conoce bien el tema, pero es importante remarcar la importancia de saber que es lo que cogemos en el bosque, ahora porque estoy hablando del ajo silvestre, pero es igual de aplicable a las setas. Estoy cansada de ver un montón de ellas cuando voy a caminar, pero no se me ocurriría coger ninguna si no tengo ni la más repajolera idea.





     Una de las cosas buenas que tiene Suiza es que en la mayoría de pueblos grandes, disponemos de un servicio gratuito de micología, así que cada vez que uno va a pasar la tarde al bosque y decide ir en busca de setas, puede llevarlas allí y un experto nos indicará cuales son las comestible y cuáles no. Otra cosa que me dejó alucinada cuando me enteré es que está prohibido buscar setas durante la primera semana de cada mes, de esta forma se consigue repoblar la zona y que los que se han despertado tarde  no se queden sin su botín. Mi marido tiene otra teoría jajaja, dice que son los expertos los que se ponen las botas durante esa semana y se llevan las mejores!! Todo puede ser, aunque lo dudo, con lo que les gustan las normas y seguirlas al pie de la letra!!
Aprovechando que estamos en plena temporada de Bärlauch, fuimos al mercado de Stein am Rhein. Sólo por ir al pueblo bien merece pasar un ratillo en la autopista, es una auténtica monada. Muchos tenderetes no es que hubieran, pero no importa, porque una coge un millón de ideas para utilizar el ajo silvestre. Desde el típico pesto, pasando por la mantequilla, la pasta, aceite, pan...todo lo que quieras y más con Bärlauch.
Ahora viene cuando me diréis que muy bonito todo pero vosotros como la podéis preparar si por esa zona esto ni olerlo!!! Pues tenéis razón, pero siempre hay substitutos, por ejemplo, con ajos frescos, calçots, con puerros ...no quedará igual pero no importa, la idea es que como presentación con esos tomatitos caramelizados vais a disfrutar un montón. Y que si alguno decide pasar unos días por centro Europa y encuentra esta maravilla en el mercado o en el super, no dudéis en comprarlo y utilizarlo de vuelta a casa. Como decían mis padres y mis abuelos, no te acostarás sin saber algo más!!


BÄRLAUCHSUPPEN





INGREDIENTES

* 75g bärlauch o ajo silvestre
* manojo de perejil
* 2 chalotas
* 25g mantequilla
* 25g harina
* 150ml vino blanco
* 1 litro de caldo de verduras
* 200g nata líquida
* sal, pimienta, pizca de azúcar
* zumo medio limón
* tomates cherry con su rama
* 3 cucharadas de azúcar
* 3 cucharadas de aceite de oliva virgen

ELABORACIÓN




1. Limpiar, lavar y picar el bärlauch y el perejil.  Reservar unas hojas de bärlauch  para freírlas para la presentación del plato.
2. Picar las chalotas y dorar con la mantequilla en una olla, unir la harina, mezclar bien e ir uniendo el caldo y el vino, dejar cocinar unos 5 minutos. Unir el perejil y el ajo silvestre, la nata y cocinar unos minutos más, salpimentar, añadir la pizca de  azúcar y el zumo de medio limón. Triturar y volver a levantar el hervor para evitar que la sopa pueda fermentar.




3. Preparar en una bandeja apta para el horno los tomates cherry manteniendo la rama que los une, pintarlos con el aceite de oliva, esparcir  el azúcar y hornear a 200°C durante 15 minutos.
4. Servir la sopa junto con los tomates caramelizados y unas hojas de bärlauch fritas a modo de decoración junto con flores comestibles.


El toque de los tomates cherry es algo que debéis probar si o si. Es como un caramelo de mermelada de tomate explotando en la boca, mhmmmmmmm, una verdadera delicia. Que os aproveche!!