En función de la cara que ponen mis hijos mientras horneo masas dulces, se con exactitud si van a ser un éxito o no. No falla nunca, eso de que no se despeguen de mi durante los diez minutos que dura su horneado y no me dejen ni moverme en la cocina significa que eso les mola un montón. Si encima ven que hay otros elementos por encima de la encimera que van a formar parte del resultado final, es cuando ya se me pegan como lapas a mi espalda y no los despego ni con aguarrás. Pero lo mejor es cuando me pongo a hacer las fotos, están como águilas mirando a la presa, no pierden ripio, van siguiendo mi objetivo y a la que ven que voy a cambiar de posición hacen amagos de tirarse a los bollos, es un trabajo de alto riesgo jajajaja, os lo puedo asegurar, con la excusa de mirarlos de más de cerca algún que otro dedo ha dejado huella en la nata que tanto trabajo me había dado para que quedara lo más harmoniosa posible. Normalmente suelo hacer doble cantidad para mientras uso una parte para retratar y sacarlos en el blog, la otra queda en la cocina para que los hambrientos ataquen como buitres y no me dejen ni las migas, pero en ésta ocasión como estamos a dieta , pues decidí no pasarme para evitar tentaciones. Pero no me he quedado sin comer, eso sí que no, porque no os podéis hacer una idea del olor que desprenden estos bollos nórdicos al hacerse. Es una auténtica delicia, te hace soñar, levitar...os pido por favor que los hagáis, una tarde de éstas que estáis de vacaciones y por esas cosas de la vida se pone a llover y se os chafan todos los planes, no hay mejor solución que ponerse a preparar estos semlor para devolver el sol, los arco iris, la alegría y el buen tiempo a vuestro día. Hace cosa de unas semanas la red se llenó de semlors, yo ni me enteré, como viene siendo usual jajaja, voy perdida y metida en mi mundo y me pierdo un montón de propuestas que surgen en la red, el caso es que mi querida Paula se dio cuenta enseguida y me escribió explicándome que se nos habían adelantado y si era mejor cambiar de receta. En ningún momento se me pasó por la mente dejarlos para otra ocasión, desde que me regalaron el libro de Ibán Yarza y leí el entusiasmo y el cariño que desprendían sus palabras al describir el sabor de éstos bollos, que deseaba hacerlos. Así que seguimos con nuestro objetivo y os puedo confesar ahora mismo que aunque sean típicos de cuaresma, desde ya van a ser los dulces de todos los fines de semana de mi vida!! Me da igual si para quemar las calorías me voy a tener que hacer una maratón todos los días o cruzarme los Alpes a pie, no me importa nada en absoluto, todo vale por poder comerlos de nuevo. Con los ingredientes que se explican en la receta os salen unos 8 semlors, tienen un tamaño bueno, con uno por persona más que suficiente y nunca detrás de una comida copiosa. Por eso os decía para merendar o desayunar ( quizá esta opción es mejor, ya que contamos con el resto del día para ir gastando todas las calorías). Si es que yo me veo, el lunes de pascua, bien entrada la mañana desayunando un buen café, algo de fruta, creps para los golosos de casa, pa amb tomàquet y algo de embutido y para terminar un semlor mhmmmmmmmm y después a buscar huevos de chocolate por el jardín!!! Eso es sagrado en mi casa desde que tengo hijos!! No hay lunes de pascua que nada más salir de la cama, no coja las bolsas de chocolates y me ponga a esconderlos por todas partes, lo malo es si hace calor jajaja, en vez de huevos tienen puré de chocolate!! Luego se los raciono porque si los dejara se me comían la bolsa entera de una sentada y luego la que se pasa toda la noche con el uniforme de enfermera soy yo atendiéndolos.
Aquí este año se han juntado las vacaciones de pascua con las de primavera, así que tengo por delante dos semanas y media de días de descanso y relax. Que gusto!! Espero que todos los días sean tan fantásticos como estos últimos, Suiza con sol es una preciosidad. Detrás de casa tengo un bosque y hay algunas granjas, así que todo el camino está lleno de manzanos , perales y cerezos en flor!!! Cada día vamos a caminar unos cuantos quilómetros, y normalmente cuando vamos de bajada me paso todo el rato haciendo fotos.
Bueno, no quiero terminar sin antes desearos a todos unas Felices Pascuas, tener cuidadín en la carretera y con el exceso de sol, disfrutar un montón y no paséis sin hacer los Semlors, yo sólo os digo que dentro de nada pienso irme a Suecia a descubrir nuevos dulces!! Pasar por el blog de mi querida amiga Paula, estoy segura que sus Semlors le habrán quedado de lujo!!
SEMLOR
INGREDIENTES
* 450g harina de fuerza
* 180-200g leche
* 70g azúcar
* 1 huevo ( 55g)
* 50g mantequilla
* 12g levadura fresca de panadero ( o 4 g de levadura seca)
* 5g sal
* 1 cucharadita de cardamomo recién molido
Relleno
* 125g almendra molida
* 100g azúcar
* 50-65g leche
* 200g nata para montar
* azúcar glass
* 1 huevo para pintar
ELABORACIÓN
1. Calentar la leche y derretir en ella la mantequilla. En cuanto esté tibia incorporar el resto de ingredientes. Amasar durante 8-10 minutos hasta que la masa esté lisa y brillante. Dejar que fermente hasta que doble su volumen en un bol cubierto con papel film en un lugar sin corrientes de aire.
2. Dividir la masa en porciones de 100g, hacer bolas dejando el pliegue en la parte inferior. Colocarlas sobre papel de horno bien separadas entre sí, cubrir con un trapo de cocina limpio y seco y dejarlas dos horas levando. Una vez transcurrido el tiempo, pintarlas con huevo batido y hornearlas a 220°C ( Ibán marca a 230°C pero a mí se me doraron enseguida y preferí dejarlas a esta temperatura) durante 10 minutos. Si se doran en exceso cubrirlas con papel de aluminio y bajar la temperatura del horno a 200°C. Dejar enfriar.
Una vez fríos, cortar la parte superior del bollo en forma de rombo y con la ayuda de una cucharilla ir retirando una parte de la miga ( la uniremos al relleno de almendra).
3 Preparar el relleno: deshacer el azúcar en la leche caliente, unir la almendra molida y remover bien hasta obtener una pasta. Le uniremos la miga de los bollitos y mezclaremos bien. Rellenar los bollos con ésta pasta. Decoraremos con la nata recién montada aplicando una buena cantidad y colocaremos de nuevo la tapa. Espolvorear con azúcar glass.
Así tal cual están buenísimos, pero si queréis alucinar pepinillos, lo mejor es servirlos con leche caliente en el cuenco, estos bollitos se van empapando y al meterlos en la boca se deshacen como si fuera mantequilla. Son una auténtica maravilla, sé que me he repetido como el ajo hoy contando lo deliciosos que son, pero es que hacía mucho tiempo que no comía algo tan excepcional. Que os aprovechen!!!! Felices Pascuas!!!