La primera entrada del blog fue éste magnífico pan típico de Suiza. Es un pan dulce, pero que marida muy bien con cualquier queso, embutido y riquísimo con una buena mantequilla y mermelada casera. Y no os quiero ni contar lo bueno que está para mojar en unos huevos fritos de granja, es más, es costumbre en mi casa, que cuando llegan amigos o familia a casa después de un viaje desde España, recibirlos con éste pan recién hecho y unos buenos huevos fritos, sino no vienen, jaja .
Quizá lo único complicado de éste pan, si es que presenta alguno, es el montaje de la trenza. Las primeras veces suelen ser las más difíciles, pero antes de hacerlo con la masa, acostumbraba a practicar con dos pañuelos enrollados. Siguiendo las fotos, y con los pañuelos la verdad que es fácil, y si aún lo encontráis complicado, se corta la masa en tres partes iguales, las amasamos por separado haciendo tres rollos igual de largos, unimos los tres cabos y trenzamos igual que si lo hiciéramos con el pelo, eso sí no coloquemos un coletero que aunque le daría un aire muy mono al pan, quizá se chamusque en el horno.



Aquí tenéis el resultado final del trenzado, sólo queda colocarlo sobre la bandeja del horno, cubrir con un paño limpio y alejado de las corrientes de aire y dejar levar hasta que doble el volumen.
Pintar con yema batida y al horno. El resultado es un magnífico pan. La receta la podéis encontrar al principio del blog, y para cualquier duda que tengáis ya sabéis donde encontrarme.
¡ Qué os aproveche!